Cuando un traductor se acerca al mercado laboral, a menudo se requiere un portafolio. Un portafolio es una lista de cada encargo que un freelancer hizo acompañado por algunas imágenes. Por ejemplo, el portafolio de un arquitecto o de un artista debería tener algunos dibujos que hayan realizado. Sin embargo, en el mundo de la traducción, crear un portafolio no es tan intuitivo. Hay muchas variables involucradas: un traductor más experimentado podría tener demasiados proyectos para incluir, mientras que un novato podría tener el problema opuesto. Veamos juntos cómo crear uno.
Considera crear más de un portafolio
No todos los campos están interesados en un portafolio completo. Imagina que estás enviando tu currículum vitae y tus trabajos pasados a una empresa de marketing. Probablemente, no estarán interesados en tus traducciones literarias. De la misma manera, una empresa de localización de videojuegos puede no estar interesada en las traducciones de tus publicaciones sociales.
Una estrategia útil es crear más de un portafolio, cada uno pensado para un tipo específico de encargos o para el puesto de trabajo que estés considerando.
No incluyas solo los encargos pagados
Cuando creas un portafolio, no necesariamente tienes que incluir solo los encargos pagados. Para los novatos, puede ser útil incluir ejercicios de la universidad u otros proyectos realizados durante una pasantía o un curso en línea.
Si colaboraste con una organización sin fines de lucro y los artículos fueron publicados en sus sitios web, puedes incluirlos en tu portafolio. De la misma manera, puedes pedirles a algunos bloggers que traduzcan sus artículos. Ten cuidado, sin embargo, de verificar si están protegidos por Creative Commons.
Contacta a pequeñas empresas
Las pequeñas empresas a menudo están formadas por pequeños grupos y no tienen presupuesto para un traductor. Para construir un portafolio rico y profesional, podrías ayudarlos con traducciones gratuitas para mostrárselas a los reclutadores.
La presentación es la clave del éxito
Cuando creas tu portafolio, una buena estrategia es describir los detalles de cada encargo. Si has traducido una página para una asociación, describe su propósito, el idioma de origen y el de destino, y qué tipo de especialización se requirió.
Debes priorizar las habilidades que puedan ser útiles en lugar de incluir todo: el portafolio debe ser pensado y con un propósito. Trata de ponerte en los zapatos de tu cliente: ¿qué esperan encontrar? Si se trata de un trabajo en el campo médico, es recomendable resaltar trabajos anteriores y habilidades adquiridas en ese campo.
Dos elementos clave más son las referencias y el diseño gráfico. Las referencias son útiles para tener la opinión de clientes anteriores sobre tu profesionalismo y tener una garantía de calidad. El diseño gráfico es esencial para presentarte de manera eficiente: ¡los ojos también tienen su parte! Una herramienta ampliamente utilizada es Canva, que ofrece plantillas que se pueden utilizar para construir tu portafolio.
Los portafolios son el instrumento para acceder al mercado laboral
No hay excusas para no tener un portafolio. Crear uno es cuestión de días o semanas, pero un cliente que se acerca a un localizador busca certezas.
No tiene que ser algo excesivo: diez o doce ejemplos de trescientas palabras cada uno pueden ser una gran ventaja en una selección de candidatos.